En ese sentido, se recomienda ser ágil, aportar por la previsión y tener definido un PdCN (Plan de Continuidad del Negocio) o un plan de pruebas, según corresponda, que verifique el correcto funcionamiento de nuestro sistema tras esas modificaciones aplicadas. El tener esté conjunto de pruebas automatizadas, nos permite además ser más eficientes con nuestros recursos en un doble sentido. En primer lugar, porque el equipo de probadores o el equipo (para entornos donde se aplican metodologías ágiles) no tiene que repetir una y otra vez un conjunto de pruebas de forma sistemática. En segundo lugar, porque se puede dedicar a definir pruebas más correctas, a revisar el plan utilizado y refinarlo en función a las nuevas necesidades, o analizar los resultados de las mismas y con ello tener una retrospectiva de los resultados obtenidos.