Una reunión de retrospectiva ayuda al equipo a «inspeccionarse a sí mismo y crear un plan de mejoras«, como indica la guía de Scrum. La idea es saber que es lo que hacemos bien y sobre todo que tenemos que mejorar, para trabajar sobre esos puntos de cara al próximo sprint.
Una buena retrospectiva debe tener una visión global de la foto del equipo, y para su desarrollo es recomendable tener en cuenta las siguientes claves:
Índice de contenidos
Escenario de una reunión de retrospectiva
Es importante que todo el equipo conozca los tiempos y los objetivos de la reunión. Debe tener interiorizados esos procesos para una reunión más ágil. Y como no, ser transparentes y sinceros a la hora de dar respuestas y plantear alternativas. Se debe recordar en cada reunión que es una retrospectiva.
Romper el hielo
El facilitador de la reunión debe conocer al equipo y crear un ambiente adecuado para que cada uno de los miembros se comuniquen con total libertad. Se debe animar la participación de la gente a hablar y sobre todo a escuchar.
Suele ocurrir que dentro de una organización o empresa a miembros que no son tan cercanos, y esto distancia la cultura de equipo. En este sentido, el facilitado debe crear situaciones en las que estos miembros conecten, propiciando encuentros (cualquier día en la oficina) o poniendo sobre el candelero temas que tienen en común. En ningún caso, se deben abordar temas sensibles: religión, política, sexo, privacidad, etc.
Datos
Se debe tener una visión común y no sesgada de la situación del equipo. Para ello es necesario recolectar todos los puntos de vista, hechos y situaciones acontecidas. Sin olvidar las emociones. Todo lo que aporta valor.
Las reuniones de retrospectivas son el lugar perfecto donde aprender y ayudar al equipo. Normalmente los seres humanos no paramos a reflexionar. Estas reuniones nos obligan a parar, mirar atrás y poner en orden la información.
Ideas en una reunión de retrospectiva
Se deben anotar y tener presentes todas las situaciones o hallazgos del equipo. Para ello se deben anotar cada uno de esos puntos de vistas, o aspectos del equipo que son candidatos a ajustar o mejorar. Se debe poner a prueba las ideas con preguntas, para profundizar en ellas y sacarles el máximo jugo en equipo.
De estar forma se empodera al equipo, ya que cada idea, u opinión se tiene en cuenta y aporta para evolucionar y crecer como equipo.
Lista de planes o tareas
Una vez tenemos la foto real de la situación se debe listar esas acciones que se deben llevar a cabo. No siempre se podrán implementar todos, sino que tendremos una lista priorizada en la que seleccionaremos los más importantes a llevar a cabo en la próxima iteración. De esta forma se fomenta el crecimiento continuo.
Seguir la reglas del juego
Se deben poner límites de tiempo y utilizar un cronómetro que ayude a medir esos tiempos, tanto para el desarrollo de la reunión como para el desarrollo de las distintas partes de la reunión.
Otro punto vital es escuchar de forma activa al equipo, y respetar las opiniones y puntos de vista de los demás, siempre en la visión ampliar las ideas del resto del equipo. Se debe realizar distintas actividades y ejercicios que permite obtener la información necesaria.
Establecimiento y seguimiento de acuerdos
Con el cierre de la reunión es vital tener definidos unos objetivos a cumplir para la próxima iteración. Estos objetivos deben ser realistas, medibles, específicos y alcanzables. Se acordarán los puntos a conseguir en el próximo sprint y se deberá realizar un seguimiento y registro de los mismos, en cada sesión.
Conclusión: Apuesta por la reunión de retrospectiva
Las reuniones de retrospectivas son un impulso para el equipo. Si tienes en cuenta estas siete claves ayudarás a construir espíritu de equipo y a que cada uno de los miembros del equipo trabaje de forma más cómoda. Respeta los tiempos, haz un seguimiento, facilita un entorno adecuado y de confianza y tu equipo crecerá. Las retrospectivas ágiles ayudan a los miembros a liberar sus frustraciones.
