Reyes Sánchez García/ julio 14, 2020/ Gestión de la calidad/ 0 comentarios
Tiempo de lectura: 3 minutosLas pruebas de sistema son el conjunto de las pruebas más decisivas para estar tranquilos de la calidad del producto para su lanzamiento.
El ISTQB especifica cuales son los objetivos, la base, los objetos, los defectos y fallos típicos, los enfoques y las responsabilidades específicas del tercer nivel. Puedes consultar estos puntos en el primer nivel: «Pruebas de componente, el primer nivel para el aseguramiento de la calidad» y el segundo nivel: «Pruebas de integración, segundo nivel para el aseguramiento de la calidad«.
Índice de contenidos
Objetivos de las pruebas de sistema
En este nivel, se centra en el comportamiento del sistema, verificando el correcto funcionamiento del mismo según sus especificaciones. Con este conjunto de pruebas aseguramos de la calidad del SI, reducimos los riesgos y localizamos defectos que hayan escapado a niveles de pruebas más bajos. Se valida el sistema de forma funcional y no funcional, para crear confianza en el producto generado. En ocasiones realizando pruebas de extremo a extremo y en muchos casos verificando la corrección de los datos.
Una buena herramienta son las pruebas de regresión automatizadas. Este conjunto de pruebas permite satisfaces las normas y requisitos del producto y facilitar la toma de decisiones. Es muy recomendable que el entorno de pruebas concuerde con el de producción.
Base de las pruebas, nuestras herramientas para trabajar
Para definir este plan de pruebas utilizamos especificaciones de requisitos, los casos de uso, diagramas de estado o modelos de comportamiento de sistema. Para metodologías ágiles, nos basamos en epopeyas e historias de usuario.
También es importante contar con el informe de análisis de riesgo o de los manuales de sistema y de usuarios.
Objeto a asegurar su calidad
Se debe asegurar la calidad del sistema sujeto a la prueba que puede ser aplicaciones, sistemas de hardware y/o software, sistema operativos o configuración del sistema y datos de configuración.
Cuando llegamos a este nivel, ya hemos verificado el correcto comportamiento de componentes (de forma individual) y al hacer la integración. Se ha confirmado que unos componentes funcionan de forma correcta en su iteración con el sistema y con otros. Solo nos queda que el producto final funcione según los requerimientos de nuestro cliente.
Defectos y fallas que se suelen encontrar en el tercer nivel
Al realizar las pruebas de sistema, es común detectar cálculos incorrectos, control incorrecto o flujos de datos que no cumplen con sus especificaciones. De igual forma se detectan comportamientos funcionales y no funcionales con un comportamiento que no es correcto o inesperado. Se puede dar el caso de que no se realizan tareas funcionales de extremo a extremo de forma incorrecta o de forma incompleta.
Por otro lado, se detecta incidencias en los entornos de producción: en ocasiones no funciona el sistema como debería y en otros casos no cumple la definición de los manuales de usuarios o de sistema.
Enfoques y responsabilidades específicas de las pruebas de sistema
Para verificar la calidad el producto nos debemos de centrar en el comportamiento global del SI, Para ello debemos utilizar las técnicas más apropiadas como son la tabla de decisiones.
Es frecuente, encontrar falsos positivos y falsos negativos, cuando se realizan este conjunto de pruebas. Para evitar esta perdida de tiempo y la efectividad de detección de defectos en el producto, es importante que el equipo de pruebas participe desde un principio en el refinamiento de historias de usuario o las pruebas estáticas.
Conclusión
Las pruebas de sistema nos verifica la calidad del producto antes de realizar la entrega al cliente. Es importante ser minuciosos en su definición y ejecución, para que se escape el menor número de defectos. Pero también hay que ser conscientes de que nunca se entrega un sistema que funciona correctamente al 100%. Nuestra tarea, como tester, es asegurar que ese número sera el menor posible.